El Aprendizaje Evidente

Por James José Juárez Muente

En este artículo, exploramos el enfoque de «Aprendizaje Evidente» de John Hattie, presentado por James José Juárez Muente en un artículo publicado en la revista Signo (2023).

Este enfoque busca redefinir la educación hacia una dimensión más reflexiva, enfatizando el pensamiento crítico, el autoconocimiento, la colaboración y el crecimiento continuo,  destacando además, el papel esencial de los docentes y la integración de la tecnología en la consolidación de una educación inclusiva y efectiva.

El investigador neozelandés John Hattie detalla en sus libros: “Visible Learning” (2009), “Visible Learning for Teachers” (2012), que son los docentes quienes definen las metas de aprendizaje y los comparten con los estudiantes, modelando y evaluando la efectividad. 

Su trabajo es considerado uno de los más influyentes actualmente en el campo de la enseñanza y aprendizaje, pues está basado en un trabajo de quince años y cuyas cifras representan una investigación basada en 800 meta análisis de un total de 50 000 estudios y una muestra de 80 000 estudiantes.

El Escenario Ideal 

Juárez Muente sostiene que el aprendizaje evidente propone un enfoque pedagógico centrado en visibilizar cómo los estudiantes adquieren conocimientos, más allá de los resultados finales. Este método les permite gestionar y optimizar su proceso educativo, promoviendo una mejora continua.

En este escenario ideal, los estudiantes, con el apoyo de sus docentes, se involucran activamente en el desarrollo y comprensión de los temas. Los educadores facilitan este proceso, proporcionando los medios necesarios para que los alumnos demuestren lo aprendido y reciban retroalimentación efectiva.

Características 

Este enfoque pedagógico destaca por integrar herramientas y técnicas de metacognición, permitiendo a los estudiantes reflexionar sobre su aprendizaje y tomar decisiones informadas para enfrentar nuevas situaciones educativas.

Las herramientas de metacognición, como las bitácoras de aprendizaje, las matrices de autorreflexión y las rúbricas, son útiles para ayudar a los estudiantes a identificar sus fortalezas, debilidades y a establecer objetivos de aprendizajes alcanzables.

Además, este enfoque pedagógico guarda una estrecha relación con el aprendizaje colaborativo, promoviendo que los estudiantes aprendan mejor trabajando juntos y compartiendo ideas y perspectivas. 

El trabajo en equipo, potenciado por herramientas digitales, no solo mejora el rendimiento académico, sino que también desarrolla competencias sociales y emocionales indispensables. Habilidades como la comunicación efectiva, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo se ven amplificadas en un entorno donde la tecnología educativa juega un papel central.

Las herramientas digitales, como las plataformas de aprendizaje en línea, las aplicaciones de colaboración y las herramientas de visualización de datos, pueden ayudar a los estudiantes a hacer visible su propio proceso de aprendizaje y a colaborar con sus compañeros de manera más efectiva. 

Reconocer la importancia fundamental de establecer conexiones personales significativas con cada estudiante no solo resalta su valor individual, sino que también crea un entorno donde puedan sentirse seguros y apoyados. 

Esta conexión personal no solo eleva las expectativas, sino que también proporciona una guía invaluable para su desarrollo académico y personal. En esencia, invertir en estos vínculos personales es clave para cultivar un ambiente educativo en el que cada estudiante pueda florecer plenamente.

Esto será posible siempre y cuando el docente domine los temas que imparte, esta solvencia dará muchas oportunidades para replantear en tiempo real estrategias que permitan consolidar el aprendizaje.

¿Cuál es el rol del docente?

Otro aspecto crucial es la capacidad del docente para autoevaluarse críticamente, cuestionando su metodología y buscando soluciones innovadoras basados en el uso de diversos enfoques ante desafíos educativos.

Para ello es de suma importancia la retroalimentación que recibe sobre su actuación tanto explícita de parte de los estudiantes como del efecto que tiene en el aprendizaje.

La preparación de clases exige del docente un conocimiento previo de las capacidades y conocimientos de sus estudiantes. 

Actuando como un agente de cambio, el educador debe desafiar a sus alumnos, construyendo retos que elevan sus expectativas y promueven  su participación activa en el proceso educativo.

La meta es invitar a los estudiantes a que se impliquen en los retos y la consecución de objetivos. La estrategia más efectiva para lograrlo es mediante la comunicación clara y el intercambio de información sobre los objetivos deseados y los pasos necesarios para alcanzarlos.

En el contexto post pandemia actual una de las tareas de los docentes es la de recuperar aprendizajes, potenciar la capacidad de identificar y aplicar estrategias de enseñanza efectivas que aseguren la comprensión estudiantil y el logro de competencias del currículo.

Esto será posible, según Hattie, cuando se logre que  los estudiantes sean conscientes de lo que están aprendiendo, comprendan cómo están aprendiendo y sean capaces de evaluar su propio progreso. 

Para que esto sea evidenciable se deben ejecutar las siguientes estrategias:

  • · Retroalimentación: esta debe ser efectiva, oportuna y relevante.
  • · Enseñanza directa: el docente es claro y conciso en lo que imparte y en lo que pide ejecutar.
  • · Preguntar: la enseñanza basada en la pregunta, en la que el docente es un guía que ayuda a través del diálogo a descubrir el conocimiento.
  • · Metacognición: enseñar a los estudiantes a reflexionar sobre su propio pensamiento.
  • · Evaluación formativa: durante la cual los estudiantes deben recibir retroalimentación de manera progresiva y efectiva.

Los desafíos que superar

Una preocupación significativa al implementar este enfoque  pedagógico es el potencial aumento de la carga de trabajo para estudiantes y docentes. La exigencia de adaptarse a estas prácticas puede resultar abrumadora, afectando tanto la gestión del tiempo como el bienestar emocional de ambos grupos. 

Para los docentes, la presión de recoger y analizar datos continuamente puede ser especialmente intensa, mientras que los estudiantes  pueden sentir que sus actividades están siendo constantemente supervisadas. 

El enfoque de resultados de corto plazo en lugar de centrarse en el aprendizaje a largo plazo y el desarrollo de habilidades puede llevar a una falta de atención en habilidades primordiales , como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la creatividad.

Además, la disparidad en el acceso a tecnologías educativas puede profundizar las brechas existentes entre estudiantes, limitando las oportunidades de aprendizaje para algunos.

La tecnología, empleada de manera estratégica, puede ser una herramienta valiosa para equilibrar este enfoque, facilitando la recopilación de datos y la evaluación sin descuidar el proceso de aprendizaje.

Por tanto, es crucial que la implementación de esta propuesta pedagógica se realice de forma equilibrada y reflexiva. 

La integración de soluciones tecnológicas debe considerarse cuidadosamente para apoyar un aprendizaje significativo y a largo plazo, garantizando la equidad educativa y asegurando una educación de calidad que prepare a los estudiantes para el futuro.

Conclusiones

El enfoque de «Aprendizaje Evidente» propuesto por John Hattie se centra en transformar la educación hacia una práctica más reflexiva, poniendo énfasis en la metacognición, el pensamiento crítico y el crecimiento continuo de estudiantes y docentes. 

Esta metodología promueve una educación inclusiva y efectiva, destacando el papel crucial de los docentes y la integración de tecnología para facilitar un aprendizaje significativo. 

Las herramientas de metacognición y las técnicas colaborativas son fundamentales, mejorando el rendimiento académico y desarrollando habilidades sociales y emocionales a través del uso de tecnologías digitales. 

Los docentes, en este enfoque, actúan como agentes de cambio, definiendo metas de aprendizaje claras y participando en la autoevaluación crítica para adaptar metodologías y promover el involucramiento estudiantil.

Este enfoque enfrenta desafíos como el aumento de la carga de trabajo y la disparidad en el acceso a tecnologías, se debe procurar que estos recursos se utilicen estratégicamente para apoyar un aprendizaje a largo plazo y equitativo. 

Bibliografía:

Juárez Muente, J. J. (2023, mayo). Aprendizaje Evidente. Revista Signo Educativo – Consorcio de Colegios Católicos.

Crédito de imágenes:

freepik, pexel 

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